25 de noviembre Día de la No Violencia Hacia las Mujeres



¡las mujeres decimos basta!
basta de violencia física, psicológica, simbólica, estatal...
el 25 de noviembre es el día de la No Violencia Hacia las Mujeres, una jornada de lucha para que ninguna mujer sufra maltratos por el sólo hecho de ser mujer.

que la violencia no nos sea familiar... el silencio es cómplice

actividades por la no violencia

  • viernes 23 de noviembre 17 hs: marcha por la No Violencia Hacia las Mujeres. Salimos de la plaza Alvear y vamos por la peatonal hasta la plaza de Mayo.
  • domingo 25 de noviembre 16 hs en la Terminal Vieja (cinco esquinas): junto con lxs compañerxs de Utopía, Destrampe, Movi Under, Síncopa organizamos una jornada cultural por la No Violencia. Bandas en vivo: Revolta dos Corpos, Deskontento Social, Aneurexia, Manos Muertas. swing, malabares, pintadas.

Comunicado del 25 de noviembre de 2007.

Día Contra la violencia hacia las mujeres y las niñas.

Desde 1981, todos los 25 de noviembre es el Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres y las niñas. Esto, fue consensuado por las participantes del Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, que se llevó a cabo en Bogotá en aquel año. La propuesta, fue expresada por la delegación de República Dominicana, para rendir homenaje a las hermanas Mirabal, conocidas como “Las Mariposas”: Minerva, Patria y María Teresa. Las tres hermanas, militantes activas de la lucha contra el régimen de Trujillo, murieron tras ser secuestradas y terriblemente torturadas. Luego, cubiertas de sangre, destrozadas a golpes y estranguladas, fueron puestas en un vehículo y arrojadas a un precipicio, con la finalidad de simular un accidente.

El crimen, sucedió el 25 de noviembre de 1960 y los asesinos materiales fueron agentes del Servicio Militar de Inteligencia del régimen del dictador dominicano, durante más de 30 años, Rafael Trujillo.

Podríamos decir que el autor intelectual fue Trujillo. Podríamos agregar que l@s autor@s intelectuales también fuimos y somos la sociedad machista y patriarcal de la que formamos parte. Tod@s en menor o mayor medida contribuimos para que este mundo sea cada día más violento. Es por esto que, como militantes defensor@s de los derechos humanos, nos oponemos, claro está, a la violencia hacia cualquier persona.

Sin embargo, entendemos que la violencia se da en relaciones de poder jerárquicas. Y la primera jerarquía dentro del patriarcado se da entre el hombre y la mujer. A esto se debe nuestra preocupación especial por la violencia hacia las mujeres y las niñas, puesto que somos las mujeres quienes, en todos los ordenes de la vida, sufrimos el mayor grado de violencia dentro de la sociedad. El 93 % de las víctimas de violencia doméstica son mujeres. La violencia es así también, una cuestión de género.

Valga la aclaración, para quienes aún siguen preguntando el porqué de la “agremiación” de las mujeres.

Existen diferentes tipos y grados de violencia. Quizás, sea la violencia física la que tengamos más presente, pues llega a los extremos del femicidio. Es impresionante la cantidad de mujeres que mueren a causa de golpes, maltratos, utilización de armas y todo tipo de torturas físicas, en la mayoría de los casos, por parte de sus maridos o parejas.

Sin embargo, la violencia no implica sólo al abuso físico. Todo aquello que alguien ejerza sobre nosotras, en contra de nuestra voluntad, sin tener en cuenta nuestras necesidades, deseos y gustos, también es violencia. La violencia entonces, también puede ser gestual, verbal, psicológica o sexual. Teniendo en cuenta esto, quizás se comprende mejor que la violencia hacia las mujeres, se ejerce de manera cotidiana. Los chiflidos, miradas lascivas, comentarios despectivos, insultos, bromas desagradables, donde solo se ríe el agresor, son también abusos. Pues en todos los casos, hay una persona que ejerce libremente su poder sobre nosotras, opinando sobre nuestro cuerpo sin que nosotras lo deseemos.

El hecho de que los hombres puedan hacerlo como si fuera algo natural y hasta justificado y de que las mujeres deban ser las receptoras pasivas y simpáticas de frases desagradables, agresivas, sexistas y machistas, es un impuesto meramente cultural.

Esta naturalización se evidencia también en los abusos sexuales tan comunes como los manotazos en la calle o el toqueteo en un boliche. Y también, cuando en casos de violación, se pone a la mujer en el lugar de provocadora, o se sostiene que cuando una mujer dice que NO, quiere en realidad decir SI. Y también, por supuesto, cuando, en parejas heterosexuales, el hombre se niega a usar preservativos descuidando y poniendo en riesgo el cuerpo y la salud de la mujer.

El abuso psicológico, también se ejerce a diario, a través de los celos, la subestimación, la ridiculización, las amenazas, etc. Las burlas despectivas hacia las mujeres, son a veces tan sutiles, que hasta los “más progres” parecen tener el derecho de hacerlas, sin que nadie lo cuestione.

El abuso también puede ser económico, ya que en muchas familias el hombre sigue siendo el que lleva y maneja el dinero del hogar y la mujer sigue dependiendo económicamente de él, y aceptando por ello, sus abusos.

Por otra parte, sabemos que el aborto clandestino es la principal causa de muerte en mujeres fértiles en nuestro país, ya que, debido a la incidencia de la iglesia católica en nuestro “laico” estado, a las mujeres se nos sigue negando el derecho al aborto legal, libre, seguro y gratuito.

También sabemos que muchas mujeres sufren enfermedades como la bulimia y la anorexia debido al inhumano cuerpo que pretenden que conservemos. Estas causas, son entonces también, tipos de violencia machista en un sistema que ha naturalizado a la mujer como un objeto a disposición del hombre. Pues la violencia hacia las mujeres se da en todas las sociedades y en todas las clases sociales. Tenemos que abandonar el prejuicio discriminatorio de que el violador, golpeador o abusador es un hombre pobre, feo y mal oliente.

Desde que nacemos, a las mujeres nos imponen mandatos por nuestro “rol femenino”, que nos limitan, someten e inferiorizan. Desde niñas nos obligan ser madres, amas de casa y correctas. A ser delicadas, prolijas y tranquilas. A vestir, de una manera, peinarnos de una manera y mantener nuestro cuerpo de una manera. A trabajar en determinados lugares. A ocupar ciertos puestos y no otros. A callarnos. A resignarnos. A tener miedo y ser débiles. Se nos dice cómo ser, cómo comer, cómo desarrollar nuestra sexualidad. Cuándo y cómo ser madres. Se nos estereotipa.

Si, en pleno siglo XXI, se sigue discriminando a las mujeres por ser mujeres. No hace falta pensar en la Edad Media. Todos los días escuchamos frases que naturalizan la inferioridad de la mujer.

Todos los días, directa o indirectamente se nos manda a lavar los platos: Cuando nos hablan despectivamente, o en tono agresivo, cuando nos subestiman, cuando establecen diferencias de cualquier tipo entre mujeres y varones.

Quizás para much@s, las cosas hayan cambiado respecto de la igualdad de género. Realmente, han cambiado muchas cosas, ya nos consideran seres humanos y nos dejan votar. Sin embargo, no solamente hombres, sino también muchas mujeres, seguimos afirmando, defendiendo y reproduciendo los valores del patriarcado.

Y no está de más decir que hasta en los círculos más “revolucionarios”, por decirlo de alguna manera, donde realmente se lucha por una sociedad justa e igualitaria, se sigue evidenciando el machismo y el verticalismo. Muchas personas que se expresan en contra del sistema y sus injusticias, siguen haciendo a un lado los temas de género, y los siguen considerando “temas de mujeres”. ¿Qué podremos esperar entonces de la clase sacerdotal? Lo cierto, es que en las familias, en las escuelas, en las iglesias, en las parejas, en los medios en general, en el trabajo, en las universidades, en los partidos políticos, en los grupos de amig@s, en las bandas de música, los hombres tienen jerarquía por sobre las mujeres. Pese a que muchas veces esto se disimule o no se perciba a simple vista.

El hecho de que nuestra flamante presidenta sea mujer no implica lo contrario. Los postulados de Cristina Fernández (quien sigue siendo “DE Kirchner”) son tan machistas como los de cualquier otr@ representante político. La igualdad de género, camino ineludible para la eliminación de la violencia hacia las mujeres y las niñas, no tiene que ver con un par de candidatas mujeres en el poder político. Tampoco con una guerra entre varones y mujeres. Y tampoco, con una visión del feminismo aislada de otras luchas y reivindicaciones en contra de las injusticias del sistema capitalista.

Porque el patriarcado y el sistema capitalista, se complementan y se sostienen mutuamente. Es por esto, que a la lucha contra el patriarcado, la debemos hacer todas y todas: varones, mujeres, travestis, transexuales y todas las identidades sexuales que existan.

Ya lo estamos haciendo. Aunque los medios masivos de comunicación intenten ocultarlo, como lo hacen, por ejemplo, invisibilizando el Encuentro Nacional de mujeres, que ya tiene 22 años y que el último reunió a 30 mil personas. Al parecer, tal cifra y las magnitudes del encuentro, no son de importancia para los grandes diarios argentinos.

Lo cierto, es que las mujeres nos seguimos encontrando, seguimos debatiendo, discutiendo, pensando, desnaturalizando y construyendo. Porque todo lo que nos imponen es cultural y por lo tanto modificable. Por ello seguimos adelante. No ocuparemos el lugar de víctimas. Tampoco el de cómplices del patriarcado que criminaliza a las mujeres y mantiene impunes las violaciones. Pues nos callaron durante siglos y es hora de gritar.

La Barahúnda - Destrampe - Utopía - Movi Under - Proyecto Terminal Vieja


estuvimos un tiempo diseminadas por ahi... pero hemos vuelto a juntarnos, renovadas y con muchas ganas de hacer cosas.
invitamos a todas las mujeres que se quieran sumar a la barahúnda a que se comuniquen con nosotras...
ni dios
ni padre
ni marido
ni patron
¡LIBERTAD!

Día Internacional de la Mujer



Este 8 de marzo invitamos a tod@s a la actividad que realizaremos para conmemorar el

Día
Internacional
de la Mujer.

Consideramos que esta fecha debe destinarse a despertar conciencia sobre la inequidad que existe producto de la construcción social que se ha dado respecto a lo que se piensa femenino y masculino. Estas desigualdades aun hoy se siguen expresando, a pesar de la lucha que miles de mujeres han venido dando a lo largo de estos años.

Para recordar esas luchas y para continuarlas, nos juntamos...


  • a las 17:00 en la Facultad de Ciencias de la Educación (Buenos Aires 389): Proyección de una película

  • a las 19:30 en la Plaza Alvear: actividad cultural. Bandas en vivo. Exposición de pinturas.

¡L@s esperamos a tod@s!

Libertad ya a Romina Tejerina


El 23 de febrero pasado Romina Tejerina cumplió 4 años en la cárcel. Su detención ocurrió justo después de su tragedia, de la locura en que se vio envuelta después de haber soportado un embarazo por siete meses que nunca deseó y que le hacía recordar a la violencia a la que había sido sometida por el hombre (su vecino) que la interceptó a la salida de un baile.
A lo largo de estos 4 años, Romina tuvo que soportar un ensañamiento constante del Estado y la Justicia que se niegan a reconocer que las mujeres tenemos el derecho a decidir si queremos tener sexo, con quien, cuando, donde....
La violencia que sufrio Romina, la vergüenza que sentía por llevar un "fruto no deseado", los dolorosos abortos caseros a los que se sometió y que podrían haber puesto en riesgo su vida, la indiferencia de la sociedad ante su situcación... no deben repetirse más en ninguna parte...
No queremos más esta justicia sexista que convierte a las víctimas en culpables. No queremos más un Estado nuevamente ausente, o quizás, demasiado presente a la hora de castigar. No queremos más impunidad para aquellos hombres que consideran natural la violencia y el abuso hacia la mujeres. No queremos más violencia, no queremos más Rominas.

Si sugerimos una acción ante la violencia cotidiana que sufrimos las mujeres no hay una que pueda quedarse quieta, y luego viene la reflexión.... y si, si pensamos en cuando éramos niñas, y nos decían que algún día íbamos a ser madres, amas de casa, reinas, lindas, seductoras....
Desde niñas nos han dicho como tenemos que ser, cuales son nuestras características apropiadas. Nunca nos enseñaron a cuidar nuestro cuerpo, amarnos a nosotras mismas, tomar decisiones que sean respetadas, y así la vida, y así Rominas....
Por que si creemos que lo que le paso a Romina es un caso aislado tenemos que ponernos en su lugar, y pensar que hay miles de Rominas desconocidas, por que no es un hecho fantástico, es un hecho cotidiano: el sometimiento a mujeres, los abortos, las violaciones, son cosa de todos los días, acá en Entre Ríos, allá en Jujuy, mas lejos, en todo el mundo...
Nuestra sociedad ha manifestado clara y públicamente que la impunidad a los violadores es tan natural como creer que cuando una mujer dice no en verdad quiere decir si, por que también somos “histéricas”, “sensibles”, “indecisas”....
Romina es cada una de nosotras, es el ejemplo del sometimiento, el prejuzgamiento, la violencia, etc que cotidiana y tan naturalmente padecemos.
Por eso creemos necesario considerar derechos al aborto, los anticonceptivos gratis, la educación sexual, la cárcel a los violadores y el romper con todo aquello que no nos satisface pero nos han hecho creer que si. Por que es necesario adueñarnos de nuestro cuerpo, tomar decisiones fuertes y denunciar todo aquello que nos tiene cansadas, por que ya basta de Rominas!
Romina: exigimos tu libertad, y cárcel al violador Pocho Vargas, por que la solidaridad entre mujeres es tan necesaria como organizarnos y caminar juntas.